Lectura realizada en la sala José Maria Vergara y Vergara durante el acto de inauguración de la sala Otto MORALES BENÍTEZ en la Academia Colombiana de la Lengua el 27 de Junio de 2016 por la directora del Instituto para el Humanismo Social Otto MORALES BENÍTEZ ,antropóloga social Adela MORALES BENIÍTEZ DE Löök
Otto MORALES BENÍTEZ desde su cielo sonreído nos acompaña en este solemne acto, en el cual ,y dando cumplimiento a lo decidido por los miembros de la Academia Colombiana de la Lengua al aprobar la resolución presentada a su consideración por iniciativa del señor Director don Jaime Posada y del decano de los académicos honorarios y alto Comisionado para los Derechos Humanos Presidente Belisario Betancur, se inauguró la sala que lleva el nombre del pensador humanista que hoy recordamos y cuya memoria a través de estos actos pretendemos permanezca vigente en su amada Colombia y en el continente indoamericano como gustaba llamarlo.
En la sala Otto MORALES BENÍTEZ, y desde esté emblemático lugar funcionará el Instituto para el Humanismo Social que lleva su nombre. Nace para mantener viva en la memoria de generaciones presentes y futuras el pensamiento y las ejecutorias de quien fuese, por designación de los Individuos que animan esta Academia, alto Comisionado para el Humanismo Social : Don Otto Morales Benítez.
Estará presidida la sala por el busto que el maestro Alejandro Hernández Pinto fundió en bronce por instrucción expresa de quien fuera amigo y compañero de don Otto desde que el provinciano llegó a la capital de la República para continuar su destino de lucha y creación. Gracias Jaime Posada por esta generosa donación.
Esa cabeza siempre combativa ha sido descubierta en la mañana de hoy, como preámbulo a estas palabras que no solo son de agradecimiento, sino que también son la carta de presentación de este nuevo espacio para la reflexión y para la investigación desde esta Academia Colombiana de la Lengua : el Instituto para el Humanismo Social Otto MORALES BENÍTEZ.
El humanismo social, como Don Jaime Posada logró definirlo de forma clara en su ensayo titulado Otto Morales Benítez o el humanismo social se identifica con las tesis que defendió en todos los escenarios quien hoy honramos.
Destacó el impulso y la defensa del progreso social.
Su exaltación del ser humano como centro del tejido social.
Su indeclinable lucha por el rescate de los valores liberales a través de los ensayos biográficos delineados por su prolífica y elegante pluma de los paradigmáticos actores del liberalismo en la vida republicana:
Santander el hombre de las leyes, Murillo Toro, Aquileo Parra, Santiago Pérez, el pensador Uribe Uribe, Olaya Herrera, López Pumarejo, Carlos Lozano, Eduardo Santos, Echandía, Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo para solo citar los más emblemáticos por las posiciones que ocuparon. Pero , no son los únicos que el maestro estudió y recogió en su obra.
Su fidelidad ideológica sin un solo esguince en su prolongado y siempre protagónico periplo vital.
Su compromiso con la lucha por la legitimidad en los títulos de las tierras derivados del trabajo y no del capital , así como su incansable lucha por la justicia social y por la paz, a través de toda su vida como pensador, político escritor y académico donde el hombre como centro del tejido social, es el protagonista de la historia, de una historia mestiza y compleja, que Morales Benítez analizaba bajo esos parámetros.
En estos momentos cruciales para Colombia, donde estamos empezando a ver como realidad, la firma de un acuerdo de paz, con el grupo insurgente de las FARC y por consiguiente cambios y nuevas perspectivas para muchos colombianos, y para las regiones; el grupo de investigadores, profesores, directores o colaboradores de Organismos No Gubernamentales sociales(ONGs) del Instituto que estimularé y orientaré con la colaboración de los herederos del legado de mi padre tiene que volverse protagonista, como debemos volvernos todos, con aportes para el desarrollo de una nueva forma de vida, diferente a la de la guerra .
Una nueva lógica y una forma distinta de convivencia y respeto en la diferencia requiere investigación, participación de las comunidades y de todos y cada uno de los colombianos, los protagonistas en esta nueva creación de espacios incluyentes para quienes han estado excluidos por muchos años, y dedicados por imposición, exclusión y en algunos casos por vocación a otras actividades.
Esa nueva forma de convivencia implica que la academia, así como los institutos de investigación, las universidades , y todos los ciudadanos y ciudadanas de esta Colombia contribuyan a construir democracia, entendida esta no solo como participación política, sino como un tema que permita construir ciudadanía y menor desigualdad entre los distintos grupos sociales, tanto en el campo como en la ciudad.
Ésta Colombia en la cual Morales Benítez creía y sostenía que sin duda saldría adelante, tiene, en este momento crucial de nuestra historia actual, que pensar, proponer y construir un nuevo pacto social, el cual se hará realidad en y desde las regiones. Éstas tendrán que ser protagonistas de su propio desarrollo. Un Instituto que piense estos temas y que conjuntamente los analice con Universidades y con los niveles regionales y locales, permitirá que localidad por localidad se vaya construyendo la posibilidad de convivencia pacífica ,de desarrollo local, para permitir una vida digna a sus habitantes.
Colombia contará con pensamientos, movimientos y acciones que se proyectarán en la sociedad y para ello las instituciones públicas y privadas, deberán adecuarse a estas nuevas circunstancias y deberán trabajar a través de alianzas para lograr un máximo de los recursos humanos técnicos y financieros, que están en cada una de las regiones, ya que son las historias locales , que tanto estudió Morales Benítez, las bases para entender a nivel micro los acontecimientos locales y lograr la convivencia pacífica y de avance y desarrollo que se requiere.
Un Instituto para el Humanismo Social como el que nos proponemos animar tiene que ser bienvenido, ya que todas las debilidades de la política social, se hacen evidentes en momentos como éste y es, a través de investigación y acción que se puede contribuir en la creación de políticas públicas acordes a las distintas realidades locales y sociales.
Todos los temas y enfoques serán por nosotros bienvenidos y estudiados en esta Institución pluralista y laica ya que, desde distintas perspectivas y con distintas lógicas se logrará el conocimiento que se requiere para hacer realidad la construcción de identidades que conduzcan al fortalecimiento de la ciudadanía y a el empoderamiento de personas y comunidades, en lugares donde por mucho tiempo, la ausencia del Estado, la consecuente debilidad institucional y la presencia de factores insurgentes o simplemente delincuenciales no han permitido que florezca y se exprese el pluralismo político, tenga verdadera influencia la participación ciudadana y de esta forma se consolide una ampliación y profundización de la democracia.
El humanismo social, está vigente. En este momento histórico excepcional, donde la defensa del ser humano como centro del tejido social empieza a ser reconocida como labor inaplazable que debemos acometer .
El Instituto para el Humanismo Social Otto MORALES BENÍTEZ a través de alianzas permitirá avanzar en la reconstrucción del tejido social, donde niños, niñas y adolescentes deberán tener la posibilidad de acceder a una nueva forma de ciudadanía y disfrutar de una democracia plena con sus derechos garantizados.
Gracias de nuevo a quienes tuvieron esta iniciativa, a quienes la apoyaron con su aprobación y a todos y todas por su presencia hoy en este recinto que tantos sueños y proyectos ha acunado.
Muchas gracias.